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Uno de los paradigmas hasta hace poco imperantes en las organizaciones, y aún bastante frecuente en determinadas bandas de edad fuera y dentro de las empresas, es el de "la información es poder".
La consecuencia directa de vivir en este paradigma limitante es que la posesión de la información se convierte en un juego de suma cero: "si yo comparto la información contigo, tú ganas y yo pierdo".
Ya hemos visto que la llegada de la Web 2.0 ha supuesto un enorme avance en términos de posibilidades de colaboración virtual en tiempo real y que, gracias a ello, cualquier persona interesada en un tema particular puede hoy día, gracias a Internet, no sólo acceder a más información de la que posiblemente pueda abarcar, sino contribuir a su generación y mejora si así lo desea.
Al dejar de ser un bien escaso, el conocimiento ha perdido gran parte de su valor económico y ya no es garantía de poder ni de estatus. Retener la información sin compartirla no sólo no aumenta su valor sino que la devalúa.
Por el contrario, compartir nuestro conocimiento nos permite mantenerlo vigente, ampliarlo y enriquecerlo. De hecho, generar y compartir conocimiento de calidad es una forma excelente de aumentar el valor de nuestra marca personal.
Ser la única persona que conoce determinada información o tiene acceso exclusivo a ciertas herramientas ya no es motivo de orgullo. Si la empresa consiente esa situación, puedes dar por sentado que, salvo error, ni la información es particularmente valiosa ni las herramientas son especialmente críticas.
Tus conocimientos multiplican su valor en la medida que los pones al alcance de otros. Compartir y colaborar es la mejor forma de contribuir a crear espacios de abundancia, juegos de suma positiva donde todo el mundo gana y nadie pierde.
Es tu buen hacer, tu criterio, tu sabiduría y la forma en que te comportas con tus compañeros o clientes lo que te hace especial, no la herramienta o el proceso que sólo tú conoces.
Pon lo que sabes, y las herramientas que usas, al alcance de los demás y ayúdales a aprovechar todo ello junto al máximo. Lidera este cambio de paradigma en tu empresa y en tu entorno y conviértete en un modelo a seguir, en un ejemplo de lo que es "ser 2.0", para tus compañeros y colegas.
Como dice @pazgarde: "Hazte imprescindible por lo que compartes y no por lo que ocultas".
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